Hace tan solo unas semanas, en la ciudad de Coyhaique, fue inaugurada la primera planta de energía de gasificación de biomasa. Con la inauguración de este nuevo proyecto energético que pretende superar tres desafíos energéticos a los que se enfrenta la región de Aysén, que son:

  •     Contaminación ambiental de su capital.
  •     Producción de energías constantes y renovables.
  •     Gestión de residuos madereros y forestales.

Se trata de la primera planta de generación de energía a base de gasificación de biomasa del país, una iniciativa que ya está conectada y entrega energía a la red eléctrica.

Energía biomasa, la energía sostenible

Esta energía es producida gracias al proceso de gasificación de la madera, es decir, la tecnología produce gas a partir de biomasa -desechos forestales y madereros- que utiliza para generar energía eléctrica y térmica en un cogenerador. Este es un proceso no contaminante cuyos residuos son vapor de agua y biocarbón rico en nutrientes que pueden ser utilizado en las diferentes prácticas agrícolas.

Además de esto, se trata de un proyecto viable ya que requiere en primer lugar tener acceso a los recursos siendo estos materia prima de bajo coste y en segundo lugar, que dicha energía posea una transición, concretamente por calefacción, que requiere un nivel de aislamiento térmico de las viviendas.

Este proyecto es una prueba más del compromiso con la descontaminación que posee Chile actualmente. Asimismo, esta iniciativa forma parte del programa de Innovación Tecnológica Empresarial, cuyo propósito es descontaminar la ciudad.

Con este prototipo se pretende dar la vuelta la matriz de inversiones actuales que se basan en 80% pública y 20% privada, además de hacer que los socios estratégicos contribuyan en una solución al problema de la contaminación.

Al día de hoy, esta planta ya está en pleno funcionamiento y la energía producida ya ha sido empleada para diferentes aplicaciones comerciales o lo que es lo mismo, gracias a su funcionamiento en un año se ahorrarán 60.000 litros de diésel para generación eléctrica y 400 metros cúbicos de leña para calefacción.

Uno de los aspectos más representativos de este tipo de plantas es que podrían ser el reemplazo perfecto para los generadores de diésel y dar paso a la utilización del transformador ecológico en las plantas o lo que es lo mismo hacer de Chile un país más respetuoso con el medio ambiente.