La instalación y operación de centrales con base de carbón quedará prohibida en nuestro país. Esta iniciativa se enmarca dentro del objetivo chileno de conseguir la carbono neutralidad en el año 2025. Y es que, hasta entonces, cada paso suma.
Sigue leyendo este post y conoce un poco más sobre el plan sustentable de Chile en los próximos años. Desde Transformadores CH, donde realizamos fabricación, reparación y mantenimiento de transformadores y subestaciones eléctricas, te facilitamos todo tipo de información sobre la transición energética que afronta el país.
¿Es viable desprenderse del carbón “a corto plazo”?
Corría el año 2019 cuando el gobierno de Chile se comprometía a cerrar las plantas que funcionasen con carbón, como parte de la estrategia que se enfoca a llegar al 2050 con la carbono neutralidad lograda. Y es que, en un principio lo que se planteó fue cerrar 8 plantas de cara al 2024 y 20 más para 2040, pero a día de hoy se espera que en 2025 la actividad haya cesado en más de un 70% de las centrales.
Si bien en su momento esta iniciativa despertó varios puntos de vista, el proceso hacia un planeta sustentable siguió su curso con la inauguración del proyecto Cerro Dominador. Se trata de la primera planta termosolar de Latinoamérica, ubicada en el norte de Chile, concretamente en el desierto de Atacama.
Con esto como punto de partida, cerrar dichas plantas y sustituirlas por otras a partir de energía limpia es posible sin poner en riesgo la calidad del suministro eléctrico. Siempre y cuando se cumplan una serie de condiciones para ello. En este sentido, es fundamental que la energía desarrollada sea suficiente para reemplazar aquella producida a carbón.
No es desconocido que el carbón es causante directo del desequilibrio en los ecosistemas marinos y terrestres, así como también es agravante en la contaminación del aire, lo que incide de pleno en el calentamiento global. El carbón se filtra en la tierra y en el agua, haciendo de este modo que el riesgo de enfermedades respiratorias y cardíacas se vean en aumento en los ciudadanos.
Teniendo en cuenta que la matriz chilena ronda los 25.000 MW, es probable que en 2025 se haya adquirido la electricidad necesaria para el racionamiento, pero para conseguirlo es posible tener que emplear diésel, cuyo precio y niveles contaminantes son mayores, de acuerdo con el Ministerio de Energía.
Pero Chile sigue dispuesto a trabajar en ello para alcanzar esta meta. Aunque se trata de un reto muy ambicioso, no es imposible. Resulta innegable el efecto negativo de las plantas de carbón, y las tecnologías libres de dichas emisiones son el remedio. Sin embargo, nos encontramos ante una transición costosa en muchos sentidos que no puede ejecutarse de la noche a la mañana.
Cabe destacar que si bien es cierto que las centrales fueron una importante fuente de empleo durante mucho tiempo, los efectos en la salud y en el ecosistema son realmente graves, como bien se explicaba en líneas anteriores. Así pues, y de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, la construcción de plantas termosolares alberga costes más económicos y, de igual forma, genera numerosos lugares dignos de trabajo.
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